«El matrimonio no se trata de dos esponjas tratando de absorber todo lo del otro para lo que necesita cada uno para sí mismo. Es más bien como dos fuentes de las que, proveniente de Dios, constantemente brota amor, bondad, cuidados, ternura y todo lo que el otro necesita. Así, ambas fuentes provienen del mismo manantial y, ambas fuentes, proveen de lo necesario el uno para el otro». —David Franco, «Un Diseño Permanente»
La expresión de la convicción
un blog de Jesús 24x7©/David Alberto Franco