«La mayor demostración de misoginia , es el menosprecio y la denostación a la feminidad establecida por Dios en su Palabra. Así pues, los misóginos dentro de la iglesia, no son los hombres que enseñan y viven el Complementarismo Bíblico, sino las mujeres —y hombres— que promueven el Igualitarismo Feminista, buscando eliminar la igualdad y diferencias que Dios en su soberanía, estableció para ambos géneros. Estos verdaderos misóginos tienen tal aversión hacia la mujer, que pretenden que las mujeres dejen de ser femeninas (tener las características bíblicas de una mujer) y se comporten varonilmente (con las características bíblicas de un varón). ¿Habrá mayor aversión, menosprecio y denostación hacia la mujer que querer que deje de serlo?». —David Franco, «Un Diseño Permanente»