«Hoy, muchos adolescentes, jóvenes y no tan jóvenes cristianos, no viven un noviazgo, sino un "novihartazgo": una vez que están hartos de la pareja, la cambian por otra. También muchas parejas cristianas, en lugar de vivir un hermoso matrimonio, viven un horroroso "martiriomonio". En ambos casos la raíz del problema es exactamente la misma: haber abandonado el Diseño de Dios, desde Su definición de hombre y mujer hasta Su establecimiento de roles distintivos por sexo». —David Franco, «Novihartazgo y Martiriomonio: Relacionabilidad Pseudocristiana Posmodernista»