«Los periodos más complicados y difíciles de mi vida, siempre han sido aquellos en que mi ego repta hasta la superficie y susurra suavemente en mi oído la lista de proyectos, sueños y anhelos egoístas que abandoné hace ya varios años, cuando decidí conformarme al diseño de Dios para mi vida. Y me recuerda todas las cosas "buenas, nobles y de provecho" —según mi propio criterio—, que quería realizar. Susurra que lo mío es renuncia y cobardía. Susurra que lo mío es humana devoción y no convicción; que es pura resignación y no regeneración. Pero el Espíritu Santo me da testimonio de lo contrario y la crisis termina».
—David Franco, «La Carrera No Ha Terminado»
—David Franco, «La Carrera No Ha Terminado»
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