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Mostrando entradas de 2022

Imperitia Parentem (4)

«Si comienzas a instruir en la Palabra a tus hijos de los cero a los 6 ó 7 años, eso es formarlos . Si esperas para hacerlo de los 7 en adelante, necesitarás reformarlos . Pero si quieres iniciar hasta sus 11 ó 12 años, para entonces, el mundo se habrá encargado de deformarlos ».   —David Franco, «Imperitia Parentem»

El modelo para el discipulado

«El discipulado no es un curso sino una relación; no es sólo compartir nuestras vivencias pasadas sino también las vivencias actuales; no es conversar una hora a la semana sino compartir cada compás de nuestra vida. Jesús compartió la vida con sus discípulos y hoy lo sigue haciendo; Él es nuestro modelo». —David Franco, «Una Teología Bíblica del Discipulado»

El discipulado es...

« El discipulado es el proceso de conocer en todo al Maestro para ser como el Maestro en todo ».   —David Franco, «Una Teología Bíblica del Discipulado» (Teología Bíblica - Cuaderno de Bosquejos)

¿La vida pasa volando?

«Si nunca entendiste o creíste que fuera una realidad la frase "la vida pasa volando", no importa, voltea hacia atrás y date cuenta: la has estado viviendo».   —David Franco, «Dichos dichos para el escucha que escucha»

Ofendidos por una palabra de la Palabra

« La próxima vez que te sientas, o mejor dicho, que nos sintamos ofendidos por una palabra de la Palabra, echemos mano de la humildad y la paciencia y esperemos un poco; Dios nos está hablando, ya sea para formación o para corrección; escuchémosle ».   —David Franco, «El Guijarro en la Sandalia -  Piel delgada y oídos sensibles (2) » 

El más apto, el menos humano

« Vivir por la idea de "el más apto sobrevive" y por ello, que el grupo más fuerte deje de procurar a la minoría más vulnerable, va en contra de los principios bíblicos de bondad y amor al prójimo ».   —David Franco, «Misión imposible: Humanizar a los humanos»

Prácticas que violentan

« Cualquier práctica que violente principios bíblicos, debe revisarse y corregirse o bien, eliminarse de la vida del cristiano. Para ello, hay que leer, meditar y estudiar la Palabra, no hay otra forma ».  —David Franco, «Regresando a la Palabra»