«Despreciar la gloria de la masculinidad es rechazar la imagen misma de Dios. Despreciar el tesoro de la feminidad es rechazar lo que la Biblia denomina la gloria del hombre. Ese es el problema del feminismo: es el rechazo de lo que Dios llamó bueno. Ha ido demasiado lejos en sus esfuerzos por solucionar las inequidades de vivir en un mundo caído. Es una rebelión contra el derecho de Dios de ser Dios y nuestra responsabilidad de someternos a él con gozo».
—Sue Bohlin, «Feminismo», Ministerios Probe
—Sue Bohlin, «Feminismo», Ministerios Probe
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