«Consuelo no es solo recibir un abrazo, una palmada en la espalda y palabras suaves cuando sufrimos por sentir culpa, también es recibir el mensaje de que, a pesar del dolor que nos provocan nuestros errores, faltas y pecados, hay siempre la oportunidad del arrepentimiento y de la confesión delante de Dios y, aunque tengamos que pasar por la corrección y la disciplina del Señor, somos perdonados, nuestros pecados son lavados y nuestra comunión es restablecida».
—David Franco, «La Carrera No Ha Terminado»
—David Franco, «La Carrera No Ha Terminado»
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